7 abr 2012

Semana de pecadores

Se celebra en estos días la Semana Santa cristiana que rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Cada año hay mucha controversia con esta festividad debido a la exhibición pública y los contratiempos que puede causar.

Lo cierto es que tanto cristianos como ateos se suelen enfrascar en acaloradas discusiones sobre la "verdad" de la religión, la hipocresía de la iglesia, las interpretaciones de la Biblia, etc. Discusiones que podrían ser enriquecedoras si fuesen un debate sosegado y respetuoso, pero lo cierto es que este asunto lo convierten, tanto unos como otros, en una cruda pelea de gallos donde todos pierden.

Comprendo la existencia de las religiones en el sentido de dar explicación a lo que la razón todavía no ha dado sentido, creo también que es una forma de sosegar la zozobra y que sirve de guía para no perderse en una confusión de la existencia. Y ésto, a pesar de no compartirlo, lo respeto. Respeto que existan personas religiosas y que éstas aleccionen a sus hijos y a todo aquel que esté dispuesto a ello. Pero considero inapropiado e injusto que nadie se tire a degüello a quien no cree que la verdad del otro sea la verdad absoluta.

Hará una semana informaban en las noticias sobre la preparación de los actos de Semana Santa, hubo algo que me aterró y me indignó. En el municipio de La Línea se manifestaban por la suspensión de las procesiones de Semana Santa, la razón era que el cuerpo de policía llevaban 8 meses sin cobrar el sueldo y 35 de ellos estaban de baja presumiblemente por este motivo. Por lo tanto los policías no podían hacerse cargo de la seguridad de los ciudadanos en las procesiones. Pero este no fue el horror que me impactó, sino que aparecieron personas exigiendo a los policías que trabajasen porque no podía ser que les negasen manifestar públicamente su fe, que estar 8 meses sin cobrar no era razón para que les hicieran padecer a los religiosos por no poder realizar las procesiones. Ésto y no otra cosa fue lo que me aterró, a muchas personas no les importaba que hubiese familias que a pesar de estar trabajando no les pagasen, que estas personas a lo mejor tengan que hasta pedir a sus familias para comer y que este grupo de religiosos pensasen que esas personas estaban obligadas moralmente a trabajar gratis para que ellos pudiesen dar la vuelta a dos manzanas con su Cristo a las espaldas. Disculpen, si ustedes en estos 8 meses se hubiesen manifestado u hecho algo para que estas personas cobrasen por el trabajo que vienen desempeñando quizá no se hubiesen encontrado ante esa situación, bien se podía haber hecho una colecta entre los cristianos para ayudar a pagar a estos policías por ejemplo o exigir que se ajustasen los presupuestos en otro asunto para pagar a estos policías.

Ahora es cuando digo que a estas personas las desprecio, me dan asco y que no me importa si sus vidas están llenas de miserias. No porque profesen una religión, sino porque son incapaces de ejercer la piedad de la que hacen alarde, aluden a un Dios generoso, piadoso y misericordioso que ama a todas las personas y sin embargo no tienen pudor a demostrar lo pecadores que son por su soberbia, su avaricia y su ira. Tres de los siete pecados capitales en tan sólo una pequeña declaración a un medio. Creo que deberían reflexionar sobre sus actos y su fe.

Creo que toda religión en su teoría tiene un trasfondo de buena fe, pero demasiadas personas hay que no son coherentes con sus creencias y lo peor de todo es que ésto se da incluso en las mismas personas que deben ser ejemplo para el resto.

Si eres coherente con tu fe, serás coherente contigo mismo. Ser coherente es el segundo requisito para ser respetado, el primero es respetar al prójimo, “a Dios rogando y con el mazo dando”.

José Orcajo

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